Bípedo Cuenta-historias

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La mañana debe seguir gris

Por Diego Bustamante

Dicen que toda obra de arte es autobiográfica, como la creación de Drácula por Bram Stoker o Don Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra, y en La mañana debe seguir gris no es la excepción. Aunque Silvia Molina no se dio a la tarea de inventar un personaje de tales dimensiones, sí logró recrear una historia de amor entre dos seres (el poeta mexicano José Carlos Becerra y la escritora mexicana Silvia Molina) nacidos en la mente de una realidad que parece innegable. El resultado: una autobiografía de principio a fin, reflejando no solamente aspectos del autor en su personaje, sino una novela de la vida misma.

La mañana debe seguir gris, reúne los elementos literarios de la lectura. Un ejemplar atractivo, ágil y dinámico; no sólo por la historia en sí, sino por el lenguaje accesible y espontáneo. Esta novela narra con desenfado y frescura una inusitada obra de amor que es, a la vez, la reiterada historia de amor de los clásicos contemporáneos e inimaginables amantes por venir. ¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir un amor de tal magnitud y gritarlo a los cuatro vientos?

Algo diferente en las páginas de este libro es la interesante apuesta en la forma de entregar el trabajo a los lectores. Una misma historia con dos perspectivas diferentes. Por un lado, el diario que maneja hechos y apuntes cronológicamente, resulta un tanto frío, carente de emotividad y ausente de emociones; por otro lado, una novela que recrea y concatena de manera magistral simples hechos en un fin común: La mañana debe seguir gris.

Pudo haber sido blanca o incluso negra, pero no fue así. La valoración que se le da a los colores resulta muy importante para la imagen, y más cuando a esta se le asocia con el aburrimiento, indiferencia tristeza o neutralidad; sin embargo, el verdadero sentido que se le otorga a los colores lo determina el autor en la obra. Seguramente las mañanas en Inglaterra son grises, pero también la eterna dualidad humana acerca de lo bueno y malo, de lo cierto y falso, de lo objetivo y lo subjetivo; el humano responde siempre como un ser emocional y racional. Entonces el gris es la mezcla perfecta de las sensaciones humanas, ya que no todo puede ser color rosa.

En el texto es interesante analizar el contexto histórico en el que se desarrollan los hechos, ya que la brecha entre los países y culturas en este período marca un antes y después en el mundo. Hablamos de la década de los sesenta: México vive la represión, autoritarismo, censura, demagogia y abusos a la libertad de expresión; al otro lado del Atlántico, se encuentra Europa, la modernidad, los lujos, sistemas democráticos estables y decisiones tomadas libremente. La escritora de La familia vino del norte, sitúa y precisa algunos ejemplos de estos “pequeños” detalles, que definían a una y otra sociedad.

Definitivamente lo anterior definió los personajes centrales de la historia. Silvia Molina, con apenas dieciocho años aún estaba en busca de una identidad. Al llegar a Inglaterra se produce un choque ideológico y cambia la visión que tiene del mundo, convirtiéndose en una persona segura, libre y con voluntad propia. José Carlos Becerra, desde que conoce a Silvia Molina se percibe un hombre inteligente, atrevido pero sobre todo seguro de sí mismo.

Como señalé, no todo puede ser color rosa, y en el pecado lleva la penitencia. Cual fue el pecado de la cuentista Silvia Molina, el de apostar por una nueva forma de contar una historia, pero ya sabemos que es el riesgo que corre toda apuesta. El hecho de que haya escrito un libro con dos vertientes es atractivo, pero de igual modo decepcionante. ¿Por qué? El diario nos cuenta con anticipación el final de la segunda parte, es decir, la historia y eje central de la novela. Desde luego, una de las principales reglas para los buenos y no tan buenos escritores, es el de no contar jamás el final de los libros, aspecto que no tomó en cuenta la escritora para sus futuros lectores.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar de que cuenta la segunda parte... en verdad, me gustaría leerlo... Luego me lo prestas, ¿va?

Laura dijo...

Realmente me gusto la menera en que comentas sobre la novela, me invitaste a leerla y en verdad tratare de darme tiempo para hacerlo, te felicito me parecio un mu buen articulo.

Anónimo dijo...

en verdad esta novela me fasino

anna stonem. dijo...

Este libro lo leí en secundaria y ha sido la única historia que me acabé en una sentada. No puse atención a las clases por seguir leyendo y leyendo. :D A pesar de ese detalle importante de relatar el final, vale la pena.

dian beningtong dijo...

la verdad la historia es hermosa y te atrapa poco a poco...No cabe duda de lo buena escritora que es

Silvia Molina dijo...

¿Puedo subir a mi página con tu fuente tus blogs sobre mis libros? Silvia Molina
Y muchas gracias por ocuparte de ellos