Por Diana Hinojosa
Supongo que si no todos, la mayoría de los que están leyendo en este momento este blog se han dado una vuelta por Acapulco. Hay ya hasta un protocolo establecido para sentir que realmente disfrutaron de lo que ofrece este bello puerto en el Pacífico Mexicano: juntar una buena banda de amigos (la mayoría de ellos dispuestos a emborracharse hasta las manitas), llevar suficiente dinero para irse al “antro” como el Alebrije o Paladium, haber comido bien durante la semana (porque posiblemente lo único que se ingiera sea alcohol) y estar dispuesto a dormir como sardina con cinco amigos en una cama para dos.
Digamos que estas experiencias producen muchas risas en las reuniones post-playeras. Normalmente, el grupo de amigos se reúne en un bar o café para hacer el recuento de los daños: “¿te acuerdas que fulanita se ligó al mesero?”, “¿viste que tu cuate se metió desnudo al mar?”, todo esto enriquece nuestra experiencia de vida, y si salimos bien librados del fin de semana, tendremos algo que contarle a nuestros nietos.
Pero si un día tienen ganas de descubrir Acapulco de manera diferente les recomiendo que vayan a Barra de Coyuca. Es un lugar que está a una hora de la bahía principal. Tienen que tomar la carretera como si fueran a Pie de la Cuesta y cuando lleguen a los arcos que dicen “bienvenido” tienen dos opciones, o se van puebleando por ahí hasta llegar a una laguna o se siguen derecho y disfrutan de bellos paisajes bordeados de palmeras inclinadas (que por cierto no sé por qué están así). Llegando al pueblo llamado Coyuca de Benítez, siguen los señalamientos y en 20 minutos están en el lugar.
Se le llama “Barra de Coyuca” porque efectivamente hay una barra que divide la zona. De un lado, tienen la laguna, donde se pueden dar un buen chapuzón, y si son hábiles, hasta pescar un pececito. Del otro, tienen el mar (sólo que es mar abierto, hay que tener un poco de cuidado) y pueden quedarse ahí toda la tarde.
Aquí prácticamente no hay turistas (bueno, defeños al menos). Sólo en temporada alta se encuentran algunos pobladores aledaños que van para disfrutar del mar y de una buena comida. Les recomiendo que ordenen un buen pescado, como un huachinango o un róbalo. Tienen que pedirlo con tiempo porque se tardan más o menos una hora en prepararlo, aunque les aseguro que vale la pena, ¡el sabor es muy bueno!
Y si andan con espíritu aventurero tienen que darse una vuelta con Doña Polita. Es una mujer muy conocida que aplica barro en la cara y el cuerpo. Es un barro especial, que sólo se da en este lugar. Se dejan la mascarilla 30 minutos hasta que se endurezca y al final la retiran con el agua de la laguna... ¡verán los resultados! ;)
Al final del día es bueno quedarse a ver la puesta de sol. El lugar se presta mucho para eso (no olviden llevar su cámara fotográfica) y también pueden hacer una larga caminata por la playa, la arena es muy suave y el terreno es bastante plano, así que no se cansarán mucho.
Cuando regresen a su hotel con aire acondicionado y televisión con cable, se darán cuenta de que este paradisiaco puerto tiene muchas cosas que ofrecer además de una buena parranda nocturna, que de cualquier forma, nunca se desprecia. ;)
Digamos que estas experiencias producen muchas risas en las reuniones post-playeras. Normalmente, el grupo de amigos se reúne en un bar o café para hacer el recuento de los daños: “¿te acuerdas que fulanita se ligó al mesero?”, “¿viste que tu cuate se metió desnudo al mar?”, todo esto enriquece nuestra experiencia de vida, y si salimos bien librados del fin de semana, tendremos algo que contarle a nuestros nietos.
Pero si un día tienen ganas de descubrir Acapulco de manera diferente les recomiendo que vayan a Barra de Coyuca. Es un lugar que está a una hora de la bahía principal. Tienen que tomar la carretera como si fueran a Pie de la Cuesta y cuando lleguen a los arcos que dicen “bienvenido” tienen dos opciones, o se van puebleando por ahí hasta llegar a una laguna o se siguen derecho y disfrutan de bellos paisajes bordeados de palmeras inclinadas (que por cierto no sé por qué están así). Llegando al pueblo llamado Coyuca de Benítez, siguen los señalamientos y en 20 minutos están en el lugar.
Se le llama “Barra de Coyuca” porque efectivamente hay una barra que divide la zona. De un lado, tienen la laguna, donde se pueden dar un buen chapuzón, y si son hábiles, hasta pescar un pececito. Del otro, tienen el mar (sólo que es mar abierto, hay que tener un poco de cuidado) y pueden quedarse ahí toda la tarde.
Aquí prácticamente no hay turistas (bueno, defeños al menos). Sólo en temporada alta se encuentran algunos pobladores aledaños que van para disfrutar del mar y de una buena comida. Les recomiendo que ordenen un buen pescado, como un huachinango o un róbalo. Tienen que pedirlo con tiempo porque se tardan más o menos una hora en prepararlo, aunque les aseguro que vale la pena, ¡el sabor es muy bueno!
Y si andan con espíritu aventurero tienen que darse una vuelta con Doña Polita. Es una mujer muy conocida que aplica barro en la cara y el cuerpo. Es un barro especial, que sólo se da en este lugar. Se dejan la mascarilla 30 minutos hasta que se endurezca y al final la retiran con el agua de la laguna... ¡verán los resultados! ;)
Al final del día es bueno quedarse a ver la puesta de sol. El lugar se presta mucho para eso (no olviden llevar su cámara fotográfica) y también pueden hacer una larga caminata por la playa, la arena es muy suave y el terreno es bastante plano, así que no se cansarán mucho.
Cuando regresen a su hotel con aire acondicionado y televisión con cable, se darán cuenta de que este paradisiaco puerto tiene muchas cosas que ofrecer además de una buena parranda nocturna, que de cualquier forma, nunca se desprecia. ;)
4 comentarios:
Pues hay que organizar un viaje al final del semestre ¿no? jeje
... como celebración de fin de curso...
La verdad, da muchas ganas de ir!!! Parece cronica de "Mexico Desconocido" pero mucho mejor!Se nota que te gusta viajar y que te gusto este lugar maravilloso!
Benjamin
Bueno, yo tuve la oportunidad de ir, y mi punto de vista es un poco diferente, estuve en la lagunay en la barra que une la laguna con el mar, si concuerdo contigo que es lindo, muy solo puedes disfritar los lindos paisajes es muy burgues, puesto la parte de la laguna es como el patio trasero de las casa de varios artistas, y no todos pueden accesar a este lugar, o al menos por esta parte, par lograrlo tienen que dar una vuelta como de dos horas mas o menos y creeo que eso no relaja nada, por o demas si esta chida tuvision de ete lugar a mi tambien me gusto si quito este tipo de burocracias sociales que me tocaron ver y que a mi no me agradaron nada.
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