La Mirada del silencio

Por Nora Marlene Hernández Bonilla

Hace casi un año, tuve la oportunidad de adquirir una edición especial del sexto aniversario de la revista Etcétera. Su portada llamó por completo mi atención: el fondo es rojo y en la parte inferior, la sexy Betty Boop. En algún momento la dudé en comprar, pero cuando la comencé a ojear, fue una página, en especial, la que me convenció de peculiar adquisición.

Marcada con el número 47, de fondo rojo y texto blanco, cualquiera podría pensar que en ella algo se pretende anunciar. Lleva por título de sección la foto y el contexto, para rematar, con “La Mirada del silencio”. El texto es breve y esta firmado por Héctor Villareal. En él relata la historia del ataque de un frente revolucionario en la Sierra Leona, durante los años noventa: un grupo de soldados forma una tropa de niños a la cual piensa adiestrar para secuestrar, violar y mutilar. El resultado: decenas de muertos, hambre, miseria y la tradicional indiferencia de la sociedad.

La imagen que lo acompaña muestra a un adulto con los brazos mutilados y frente a él un pequeño de casi siete años; ambos sobrevivientes de tan cruel acción. Sus rostros reflejan un vacío en su mirada que posiblemente viene desde su interior. La composición de la imagen, nos presenta no sólo un contexto sino un mundo de sentimientos.

Es evidente que con el pasar de los años, cada día es más difícil estar aquí, y se prefiere estar como ausente. Pero la realidad es que hay tantas cosas por asimilar, que si se pudieran contar o describir, no serían ni una mínima parte de lo que nos ha tocado vivir. Habitamos en un momento en el que la evolución nos perdió en el tiempo. El poder se volvió el latir del corazón y el resto no posee explicación. Ahora el dolor, la humillación, y la aniquilación, nos dejan nuevamente sin argumentos, nos mutilan sin agresión. La guerra no es aquella que nos baña de sangre, si no la que nos permite actuar sin razón y callarnos ante el dolor.